COLOR  REINANTE

Sus reyes,

abundantes,

les gustó a la mayoría,

vestir de negro.

Y como al final

todo se reduce

a unas,

muy pocas,

fotos fijas,

siempre las mismas

pegadas en el recuerdo,

el olor que tiene España,

huele a frío

y al olor que envuelve

al color negro.

El recuerdo,

los pies helados

por los inviernos,

tienen el mismo olor

y dolor,

del que cosido a España

huele al color negro.

La España

que se quedó parada,

varada,

vestida y con olor

a color negro

en el vestido y las mantillas

de las mujeres,

y las panas de los hombres,

sus boinas y sus sombreros

bajo los tejados de teja curva,

cuando había más peligro abajo,

en las calles empedradas,

de los que podía tener

el gorrión arriba

por culpa de los gatos,

en su mayoría

gatos negros,

era una España

que olía

como está oliendo ahora,

aunque esté

de otros colores

aparentemente

vestida.