INGENIERIA DE ALBARAN
Al final, lo que siempre criticamos en el régimen franquista
(todavía vigente aunque ahora se llame progresista) de que un general servía y
valía lo mismo para mandar un puñao de soldados, o para sentarse de jefazo en
una empresa del INI, los ingenieros, por mor, existencia, uso, y porque las
sectas se han montado sobre el bipartidismo, lo mismo vale un ingeniero de
caminos para hacer un tendido eléctrico, que uno de montes para dirigir un
trasatlántico.
Y en el fondo, en la triste realidad española, es
que la ciencia, el conocimiento, la ingeniería en concreto, ella mismo se ha
decantado claramente por la especialidad de Ingeniería de Albarán: contar las
horas extras del “cascarilla” de turno; revisar las compras de materiales. Y la
especialidad se deja para la tarjeta de visita, en la que no se deben de poner
frases evangélicas; pero ayudan mucho a la hora de colocarte.
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